Un software de gestión empresarial, hoy en día, es un elemento de altísima utilidad para la operatividad de una empresa, sin importar su tamaño. Permite mejorar sus gestiones, además, realza su competitividad en el mercado y por ende, su rentabilidad.
En el ámbito empresarial actual, cada vez más globalizado, digitalizado y cambiante, contar con un software de gestión empresarial es una ventaja competitiva y una garantía de éxito, sobre todo en pequeñas y medianas empresas que buscan su consolidación.
Los software de gestión empresarial son sistemas informáticos que recogen, procesan, almacenan y analizan la información generada por las actividades y operaciones de una empresa. Su misión es facilitar la toma de decisiones, el seguimiento y la evaluación de los resultados, así como la planificación y la ejecución de las estrategias y los objetivos de la organización.
Se presentan como una inversión rentable y necesaria para cualquier empresa que quiera crecer y consolidarse en el ámbito empresarial. Estos programas para gestorías se basan en una base de datos centralizada, que contiene toda la información relevante de la empresa, y en una serie de módulos o aplicaciones que se utilizan para gestionar las distintas áreas y funciones de la organización.
Estos módulos se pueden personalizar y adaptar a las necesidades y características de cada empresa, así como integrarse entre sí para compartir y sincronizar la información.
Áreas que se benefician del uso de un software empresarial
Todas las áreas y departamentos de una empresa pueden beneficiarse del uso de un software de gestión empresarial, ya que les permite optimizar sus procesos, reducir sus costes, mejorar su calidad, aumentar su competitividad y satisfacer mejor las expectativas de sus clientes. Algunas de las áreas que se ven más favorecidas son:
- Recursos humanos: un software para recursos humanos permite gestionar de forma eficaz y eficiente el capital humano de la empresa, desde la selección y contratación, hasta la formación, la evaluación, la nómina, las vacaciones, las bajas, etc.
- Contabilidad y finanzas: lleva un control y un seguimiento de las operaciones económicas de la empresa. Además, permite elaborar y analizar los estados financieros, los presupuestos, los balances, las cuentas de resultados, así como realizar proyecciones y simulaciones.
- Ventas y marketing: permite manejar el ciclo de vida del cliente, desde la captación, hasta la fidelización: Contribuye en el desarrollo de campañas de marketing, segmenta y clasifica a los clientes, gestiona el catálogo de productos y servicios, realizar ofertas y presupuestos, emite facturas y albaranes.
- Producción y logística: planifica, organiza, coordina y controla los procesos productivos de la empresa, desde la compra de materias primas, hasta la entrega del producto final.
Qué tipos de software de gestión empresarial existen
Existen diferentes tipos de software de gestión empresarial, según el alcance, la funcionalidad y la adaptabilidad que ofrecen. Algunos de los más comunes son:
- Software de gestión específico: programas que se centran en una sola área o función de la empresa, como la contabilidad, la facturación, el inventario, etc.
- Software de gestión modular: se componen de varios módulos o aplicaciones, que se pueden combinar y configurar según las necesidades de cada empresa. Cada módulo se encarga de una área o función de la empresa.
- Software de gestión integral o ERP: un sistema ERP abarca todas las áreas y funciones de la empresa, integrándolas en un solo sistema. Se trata de soluciones globales y personalizadas, que se adaptan a las características y requerimientos de cada organización. Suelen ser los más avanzados y potentes.
Qué ventajas ofrece un software de gestión empresarial
Un software de gestión empresarial ofrece numerosas ventajas para las empresas, tanto pequeñas como grandes, que quieren mejorar su rendimiento y competitividad, pues, al automatizar y simplificar las tareas administrativas, se reduce el tiempo y el coste de las mismas, así como los posibles errores humanos. También pueden incrementar la productividad y la eficiencia al integrar y coordinar las diferentes áreas y funciones de la empresa: se mejora el flujo de trabajo, la comunicación y la colaboración entre los empleados.
Al contar con una información más precisa, completa y actualizada, se puede ofrecer un mejor servicio al cliente, conociendo mejor sus necesidades y preferencias. Esto permite tomar decisiones más acertadas, basadas en datos y hechos, así como planificar y ejecutar las estrategias y los objetivos de la organización.