La proteína hidrolizada, por lo general, es de origen animal o vegetal, proviene de un proceso de hidrólisis enzimática que consiste en descomponer las cadenas largas de proteínas en fragmentos más pequeños, facilitando su absorción y digestión en el cuerpo.
Gracias a estas características, las proteínas hidrolizadas se han convertido en un recurso útil en el área de la nutrición deportiva y en dietas que tratan de alcanzar una buena salud digestiva y la recuperación muscular.
¿Cómo se obtiene la proteína hidrolizada?
Se obtienen a través de la hidrólisis, que es una reacción química en la que se usan enzimas para romper los enlaces peptídicos en las moléculas de proteína. Dicho procedimiento se realiza bajo estrictas normas sanitarias y en condiciones controladas de temperatura y pH con el fin de garantizar que las proteínas se descompongan sin perder su valor nutricional.
En el caso del suero de leche hidrolizado, se inicia el proceso partiendo de proteínas concentradas que luego se someten al proceso de hidrólisis, de esta forma se reduce el peso molecular con el fin de que sea mucho más fácil de asimilar.
Al final, se obtendrá un producto de excelente calidad, perfecto para quienes tienen un sistema digestivo mucho sensible o que necesitan recuperarse rápido de actividades físicas intensas.
Beneficios de la proteína hidrolizada
Desde su descubrimiento y uso, se han descubierto beneficios como los siguientes:
- Mejor absorción y digestión rápida: un beneficio de la proteína hidrolizada es lo fácil que el cuerpo la absorbe gracias a su estructura simplificada. Por eso, son una buena opción cuando el cuerpo necesita nutrientes de forma rápida.
- Recuperación muscular eficiente: los deportistas también usan mucho esta proteína porque contribuye a una recuperación muscular rápida y eficiente gracias a que aporta los aminoácidos necesarios para la reparación de tejidos dañados.
- Ideal para personas con sensibilidad digestiva: como el proceso de descomposición es rápido, la proteína hidrolizada es una excelente opción para quienes tienen dificultades digestivas, intolerancia a lactosa, problemas gastrointestinales o que necesitan una fuente de proteína que sea de fácil digestión.
Fuentes comunes de proteína hidrolizada
Si bien es cierto que las proteínas hidrolizadas se pueden obtener de diferentes fuentes, como la caseína, la soja, entre otras, en este apartado hablaremos de dos de las más buscadas.
Suero de leche
El suero de leche hidrolizado es muy bueno para desarrollar masa muscular o recuperar y mantener los tejidos del cuerpo. Además, tiene un alto nivel de aminoácidos esenciales, por eso, es muy consumida por los deportistas.
Colágeno hidrolizado
Otra fuente es el colágeno hidrolizado, es conocido especialmente por los beneficios que aporta para la salud de la piel, el cabello e incluso las articulaciones. Además, es muy fácil de digerir y asimilar.
¿Cómo incluir la proteína hidrolizada en la dieta?
Se pueden integrar en las dietas sin muchas complicaciones y de diferentes formas dependiendo de las necesidades y preferencias del consumidor.
Por ejemplo, los deportistas por lo general la consumen en batidos justo al terminar la rutina de ejercicio. En cuanto al colágeno hidrolizado, es más común agregarlo a bebidas calientes, puede ser un té o café.
Otra forma de incluir este tipo de proteínas es a través de productos alimenticios como las barritas energéticas, estas son muy prácticas porque puedes llevarlas a todas partes. Sin lugar a dudas, gracias a la versatilidad de la proteína hidrolizada, este producto es fácil incluirlo tanto en las dietas como en las rutinas del día a día.
Es importante mencionar que, aunque estas proteínas son seguras, es necesario evitar el consumo excesivo para evitar molestias gastrointestinales o desequilibrios en la dieta.
Consejos para elegir proteína hidrolizada de calidad
Elegir el suplemento adecuado es relevante porque de esto dependerá en gran medida los resultados que se vayan a obtener, por eso, debes tomar en cuenta los siguientes consejos.
- Elige productos que detallen claramente sus ingredientes y procesos de fabricación.
- Las proteínas libres de azúcares añadidos, colorantes o conservantes artificiales son la mejor opción.
- Investiga la reputación del fabricante y las experiencias de otros usuarios.
- Antes de usar un nuevo suplemento, consulta con un médico o nutricionista.
Si aplicas estos consejos podrás aprovechar al máximo los beneficios de las proteínas hidrolizadas.