Huella de carbono, impacto ambiental, cambio climático, calentamiento global… Se trata de términos y cuestiones que no hacen tantos años eran considerados por gran parte de la población como una suerte de sarta de mentiras o verdades a medias. Por fortuna, el grado de concienciación actual es muchísimo más elevado. Y cada vez son más los que decidimos aportar nuestro granito de arena, en ocasiones visible en las acciones más cotidianas, para reducir nuestro impacto (negativo) sobre el planeta. No obstante, ¿qué os parecería si os decimos que tras la muerte también podéis seguir colaborando con el sostenimiento de nuestra madre tierra? Pues es posible gracias a algo tan sencillo como los ecofunerales que ya ofertan algunos seguros de decesos.
Ecofunerales: un fin con sabor a principio
Hablar de ecofuneral es hacerlo de un funeral ecológico. ¿En qué sentido? Sencillo. En su firme apuesta por reducir nuestra incidencia sobre el medio ambiente durante todo el proceso que envuelve, directa e indirectamente, al propio sepelio. Y esto es algo que incluye desde recordatorios en papel o recipientes (incineración) fabricados de forma respetuosa con el medio ambiente hasta esparcir las cenizas en la naturaleza. Algo que, conviene tener en consideración, resulta bastante más complejo en términos legales.
Por último, también contamos con la posibilidad de transformar dichas cenizas en un bosque funerario. En definitiva, nos encontramos con alternativas a los funerales de toda la vida que nos permiten despedirnos de la vida de una forma más cercana, verde y respetuosa con la madre tierra. Una alternativa que, eso sí, no viene incluida en la mayoría de seguros de decesos. Por todo ello, resulta recomendable escoger una compañía, de contrastada experiencia y profesionalidad, que nos garantice dicho servicio y se comprometa con el sostenimiento del planeta.
Diferencias entre un ecofuneral y un funeral tradicional
El eje tractor de los funerales ecológicos pasa, y hablamos tanto desde una perspectiva tangible como moral, por la conservación y preservación de nuestro planeta. Apostando por la reducción del impacto medioambiental. No obstante, a efectos prácticos, ¿cuáles son las diferencias con respecto a un funeral de los de toda la vida?
– Reducción de emisiones y residuos contaminantes. Y ello es algo que nos lleva a utilizar materiales biodegradables tanto en las urnas como en los propios féretros (un féretro contienen una media de 50 KG de madera)
– Deja Huella. El ecofuneral suele acarrear diversas acciones encaminadas a que nuestra marcha deje una huella verde. Siendo habitual la plantación de árboles en recuerdo del fallecido
– Supresión o reciclaje de los adornos florales. En cada funeral se suelen utilizar una media de 40 KG. En este tipo de funerales o bien se eliminan o se procede a su posterior reciclaje para compostaje
– Los ecofunerales evitan el uso de técnicas como la tanatopraxia o el embalsamiento. ¿El motivo? Su rastro químico
– Eliminación de cualquier tipo de elemento o monumento funerario
Para finalizar, pero no por ello menos importante, nos encontramos ante un tipo de ceremonia que, más allá de las cuestiones prácticas, también busca dar un sentido natural al propio ciclo de la vida y de la muerte. Añadiendo, por el camino, un fuerte componente, y compromiso, moral. Y es que pocas veces nos paramos a pensar lo altamente contaminante que puede llegar a ser la muerte.