Líderes de la ONU: ‘imperativo moral, ético y económico’ para frenar el calentamiento global

Altos dirigentes de todo el sistema de las Naciones Unidas han dicho que es nada menos que un «imperativo moral, ético y económico» tomar más medidas para mitigar la amenaza existencial que supone el cambio climático.

Haciendo un llamamiento a los Estados miembros para que tomen «medidas urgentes para limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales», los líderes de más de 30 organismos y entidades de las Naciones Unidas hicieron un llamamiento formal conjunto para que los gobiernos de todo el mundo «aumenten su ambición y tomen medidas concretas» antes de la histórica Cumbre de Acción Climática, convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en septiembre de este año.

En el llamamiento se señalaba que, para mantener el aumento de la temperatura, los países debían esforzarse por «cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos, incluidos el derecho a la salud, el derecho a la seguridad alimentaria, el derecho al desarrollo, los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales, los migrantes, los niños, las personas con discapacidad y las personas en situación de vulnerabilidad, así como la igualdad entre los géneros, el empoderamiento de la mujer, la equidad intergeneracional y el trabajo decente y una transición justa para todos, tal como se estipula en el Acuerdo de París».

«Según el Informe Especial sobre el Calentamiento Global del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), limitar el calentamiento global a 1,5°C «es necesario para evitar cambios irreversibles.

«Alcanzar este objetivo requerirá cambios a una escala sin precedentes a todos los niveles, pero todavía es posible si actuamos ahora», dijo el llamamiento de todo el sistema de las Naciones Unidas.

«Hacemos un llamamiento urgente a los Estados miembros para que vengan a Nueva York en septiembre con planes concretos y realistas para mejorar sus contribuciones determinadas a nivel nacional para el año 2020 y en apoyo a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible».

El comunicado emitido tras las consultas celebradas durante una reunión de la Junta de los jefes ejecutivos del sistema de las Naciones Unidas para la coordinación, instaba a los países a garantizar que se adoptaran «medidas de adaptación» adecuadas para proteger a las personas, los puestos de trabajo y los ecosistemas, «en particular a las personas de las regiones más vulnerables a los efectos del cambio climático, incluidas las que se encuentran en situación de riesgo debido a los desplazamientos forzados y la migración».

En cuanto a la cuestión crucial de pagar por las ambiciosas medidas que hay que tomar, el llamamiento describía la financiación de la lucha contra el cambio climático como «crítica para tomar medidas a la escala necesaria para hacer frente al cambio climático, los países desarrollados deben cumplir el objetivo de movilizar a los gobiernos y al sector privado para alcanzar el objetivo de 100.000 millones de dólares anuales para 2020, apoyar la acción contra el cambio climático en los países en desarrollo y redoblar aún más sus esfuerzos para aumentar los recursos financieros».

Al mismo tiempo, en la carrera por la innovación, el llamamiento pedía una mayor ambición, señalando que «la Cuarta Revolución Industrial ofrece un enorme potencial para un cambio de paradigma hacia vías de desarrollo de bajas emisiones y resistentes al clima».

El sistema de las Naciones Unidas apoyaba «el aumento de la capacidad de los Estados miembros para desarrollar y utilizar datos e innovaciones tecnológicas pertinentes, para encontrar soluciones a los problemas del clima y el desarrollo sostenible y para la reducción y gestión del riesgo de desastres, incluido el uso de tecnologías nuevas e incipientes, incluidas las tecnologías, los datos y las herramientas de la información y la comunicación».

Al mismo tiempo, la ONU iba a practicar lo que predica desde el secretariado y más allá.

«Presentaremos nuestros esfuerzos a nivel de todo el sistema para alcanzar la neutralidad climática en nuestras operaciones internas para 2020 y mejorar la sostenibilidad ambiental y social en todas las actividades de las Naciones Unidas», dice el llamamiento conjunto.