Cuando estamos a punto de convertirnos en madres, nos invade un aluvión de dudas que no siempre tenemos claro cómo resolver. No obstante, en plena era digital el acceso a la información se ha democratizado de forma drástica, lo cual nos permite orientar esta etapa tan maravillosa de nuestra vida con una seguridad extra. Ahora bien, es importante tener la certeza de que todo cuanto leemos tiene un fundamento de rigor y que se corresponde a la realidad. Razón por la que hemos querido dar respuesta a alguna de las preguntas más frecuentes en aras arrojar un halo de luz al momento del embarazo y al de la lactancia.
¿Es normal sangrar al quedarse embarazada?
Se tiende a pensar que el embarazo es algo sencillo que ocurre casi sin darnos cuenta. Esto no es exactamente así y son muchas las mujeres que buscan durante un largo tiempo a su bebé. Por lo tanto, comprobar si la menstruación se hace efectiva o no se convierte en una dinámica de lo más habitual y, en esta materia, el sangrado de implantacion suele confundir a las futuras madres.
Puede que en un primer momento pienses que, un mes más, no se ha producido el embarazo. No obstante, si este sangrado es leve, viene acompañado de náuseas y mareos y no va a más durante los días siguientes, es muy probable que se trate del de implantación. No te alarmes: se trata de algo completamente normal en las primeras semanas.
Puesto que el útero tiende a estar más irrigado en el momento de la implantación, se suelen producir pequeños sangrados. Esto se debe a que el óvulo fecundado se ha adherido a la pared del útero y, en el proceso, ha roto pequeñas venas y arterias del endometrio. Puedes estar tranquila y celebrar: el embarazo se ha hecho realidad.
¿Qué pasa si mi bebé rechaza el biberón?
En cuanto el bebé llega tras nueve meses de expectación e ilusión, todo es alegría. Pero también es cuando más dudas solemos tener, sobre todo en lo relativo al proceso de dar el pecho y el biberón. Una de las cuestiones que más preocupa a las madres primerizas es aquello de “mi bebé rechaza el biberón”; sin embargo, también se trata de algo muy habitual.
Si bien es cierto que el agarre al pezón también da muchos problemas, la auténtica odisea empieza cuando se intercala con el biberón. En caso de que tu pequeño tenga problemas para aferrarse a la tetina, existen ciertos trucos que puedes seguir. Ejemplo de ello es acercar su boca a tu pecho y sustituir poco a poco tu pezón por el recipiente.
Ahora bien, si buscas una solución efectiva, lo mejor es invertir en un biberón personalizado. Hay tiendas que se encargan de diseñar la tetina con una precisión incontestable en lo que respecta a la forma y el tamaño de tu propio pezón. Esto hará que se acostumbre inmediatamente al recipiente y, además, previene otras situaciones conflictivas como es el caso del cólico del bebé.
¿A qué se debe la inflamación y dolor de pechos?
Si después de dar a luz sientes una inflamación y un dolor en los pechos, debes saber que lo más probable es que estés sufriendo de mastitis. Esto supone una hinchazón en la glándula mamaria y afecta hasta al 25% de las mujeres en periodo de lactancia. Por suerte, la solución suele ser muy sencilla y no se alarga más de dos semanas en la mayoría de los casos.
El tratamiento más efectivo es el uso de remedios antiinflamatorios no esteroideos, la utilización de trapos o compresas frías y técnicas como vaciar por completo la mama durante la lactancia. De este modo, el dolor se disipará rápidamente, recuperando la sensación de bienestar en este precioso e irrepetible momento que estás compartiendo con tu bebé.
No obstante, existe la posibilidad de que se trate de una mastitis infecciosa. Si nada de lo anterior funciona, entonces toca ir al médico para que te recete antibióticos. Bajo ningún concepto te saltes este paso, ya que tanto tu integridad como al de tu bebé podrían ponerse en juego.