Ante los cada vez más evidentes efectos del cambio climático, se impone la necesidad de tomar medidas para afrontarlos. Además de la prevención, es necesario poner en marcha medidas activas para detener este cambio. En este sentido, es muy importante el papel de la agricultura sostenible.
Cada vez son más habituales los alimentos que proceden de cultivo sostenible, como el café Bonka. Algunas compañías como Nestlé promueven este tipo de agricultura, con acciones de formación y apoyo a los cafetaleros en varias zonas del mundo. Estos son algunos datos interesantes sobre el café sostenible y sus beneficios.
En 2050 puede reducirse un 50% el terreno apto para el cultivo de café
De no hacer nada, el café será uno de los productos que más sufra el cambio climático. El cafeto es un arbusto tropical que requiere de unas condiciones concretas de temperatura, humedad y precipitaciones. Además, se cultiva en una zona especialmente sensible al cambio climático.
La agricultura sostenible de café, por ejemplo, mejora la resiliencia del cultivo, es decir, que el cafetal puede adaptarse y resistir mejor los cambios. Esto se consigue gracias a la optimización de recursos y a mantener la biodiversidad. Los cafetos se plantan a la sombra de otros árboles, de esta forma aprovechan mejor la humedad y la riqueza de fauna y flora ayuda a controlar las plagas.
Este tipo de cultivo mejora la agricultura del presente y tiene efectos en la lucha contra el cambio climático. En definitiva, la agricultura sostenible, que es un tipo de explotación que usa de forma sostenible el agua y el suelo y no usa productos químicos, es una forma de seguir disfrutando del café en el futuro.
La huella hídrica de una taza de café es de 140 litros
El agua dulce es un bien cada vez más escaso. Por eso, la huella hídrica mide el impacto del consumo y de nuestras acciones en volumen de agua. En la huella hídrica se distinguen tres tipos diferentes: la verde se refiere al agua de la lluvia y que se queda en el suelo; la azul es el agua extraída de acuíferos u otras fuentes para el cultivo y la producción; y la gris es el agua que se usa en la fabricación de varios productos y que debe depurarse antes de volver a su cauce.
Un 96% de los 140 litros necesarios para obtener una taza de café pertenece a la huella verde, es decir agua de lluvia. Aprovechar y conservar mejor esta agua es uno de los objetivos de la agricultura sostenible o sustentable, para mejorar y aumentar la producción.
Reducción del 80% de las emisiones de carbono gracias a la producción sostenible de café
Según un estudio de la Royal Geographical Society británica, cambiar la agricultura convencional de café arábica por la agricultura sustentable y otras medidas de sostenibilidad, podría reducir hasta en un 80% las emisiones de carbono.
Actualmente, producir una taza de café expreso supone la emisión de 0,28 kg de carbono, según los cálculos de la University College London. Cada día en el mundo se consumen más de dos mil millones de tazas de café, solo hay que hacer los cálculos.
Uno de los principales objetivos establecidos en el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático es reducir las emisiones de carbono, causantes del efecto invernadero. Producir café sustentable va en la línea de esta reducción, junto con cambios en la producción y el transporte.
25 millones de caficultores en el mundo, muchos en la pobreza
La sostenibilidad no se aplica solo al medio ambiente, la agricultura sostenible también es una forma de mejorar las condiciones de los productores y asegurar su continuidad. El café se cultiva en muchos países con altos índices de pobreza.
El cultivo sostenible de café tiene como objetivo mejorar la productividad. Además, algunas iniciativas para implementar la agricultura sustentable se hacen a través de ayudas directas o indirectas para modernizar los cafetales.
Actualmente, el café sostenible tiene un valor superior y una gran demanda por parte de los consumidores. Gracias a estas medidas, se puede lograr que las comunidades de productores de café sean más fuertes y resilientes para asegurar el futuro del café.
La primera certificación orgánica de café fue para la “Finca Irlanda” de México en 1967
Existen un gran número de certificaciones para la producción agrícola sostenible y ecológica, entre los más reconocidos están Rainforest Alliance y Fairtrade, además del sello eco.
Hay que tener en cuenta que los sellos y certificados no llegan a todos los productos que apuestan por la sostenibilidad agrícola. Existen muchos tipos de agricultura sostenible que no cumplen con los estándares de los sellos o simplemente no realizan el trámite, y, aun así, son tan beneficiosos como los demás.
El café de Bonka procede solo de cultivos sostenibles. Para conseguirlo, también llevan a cabo programas de ayuda a los productores, como un programa que pone en contacto cafetaleros y apicultores, otro que protege los manantiales en Brasil o implementando el cultivo intercalado en Vietnam.
El sello Rainforest Alliance certifica toda la gama premium de Bonka, que también cuenta con un café ecológico.
Unas medidas que se ven reforzadas por otras en el procesado y envasado del café, como el uso de papel 100% reciclado. Y es que disfrutar de una buena taza de café sostenible, sienta aún mejor.