La ensalada de verduras: el poder de los vegetales en un solo plato

ensalada de verduras

Una buena ensalada de verduras no solo es deliciosa, sino también aporta grandes beneficios a la salud en general. Conoce sus ingredientes, cómo prepararla y cómo aderezarla correctamente.

El consumo de alimentos saludables es la clave para una larga vida. Evitar comidas con altos contenidos de azúcar y grasas, reemplazándolas por alternativas con vegetales o proteínas, permite sentirse con más energía en el día a día. Esto, combinado con un estilo de vida activo, puede generar milagros en la salud, previniendo enfermedades crónicas y mejorando el bienestar mental.

El consumo frecuente de ensalada de verduras trae varios beneficios a la salud, razón por la que es recomendable incluir este plato en la dieta rutinaria. En general, esta ensalada es una buena fuente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, además de ser baja en calorías. Esto la convierte en aliada del equilibrio del organismo y de sus varios sistemas internos, como el inmunológico.

Además de aportar los diferentes nutrientes mencionados, las ensaladas de verduras tienen la función de fortalecer la salud cardiovascular y controlar el peso, además de mejorar el funcionamiento del sistema digestivo. También mantienen buenos niveles de azúcar en la sangre y el colesterol, y al tener alto contenido de agua mantienen al cuerpo bien hidratado. 

Ingredientes de algunas buenas ensaladas de verduras

Hay una gran cantidad de opciones para la preparación de ensaladas de verduras, pues hay una gran diversidad de ingredientes para escoger y combinar. Una base común es lechuga, espinaca o rúcula, y se le pueden agregar verduras crujientes (pepino, zanahoria, apio), verduras de hoja (col, acelgas) e incluso frutas (manzana, pera, naranja). 

Asimismo, muchos les añaden pequeños trozos de proteína (pollo, frijoles, tofu) y quesos para complementar el sabor. Lo recomendable es aprovechar los ingredientes de temporada: en verano se pueden aprovechar ciertas frutas hidratantes, en otoño se recomienda el uso de calabazas y nueces, en invierno las verduras de raíces son la mejor elección (zanahoria o remolacha) y en primavera los guisantes añaden gran sabor a la ensalada.

¿Cómo preparar una ensalada de verduras?

Para preparar la ensalada solo se deben lavar bien todos los ingredientes a usar, cortarlos en el tamaño y forma preferida, para luego combinarlos en un bol y sazonarlos con el aderezo preferido. Es común, también, añadir adornos como hojas de hierbas frescas o flores comestibles para una mejor presentación.

En cuanto a opciones de aderezos saludables, lo tradicional es preparar una mezcla con aceite de oliva, vinagre, mostaza, sal y pimienta. Una alternativa interesante es preparar un aderezo con base de yogurt griego, añadiendo luego mostaza, eneldo y pepino. 

Por otro lado, un aderezo herbal con perejil, albahaca, ajo, cilantro, aceite y vinagre otorga un toque natural y fresco a la ensalada.

Consejos para almacenar la ensalada

Es importante conservar adecuadamente la ensalada de verduras, para que su frescura se mantenga por el mayor tiempo posible. Lo mejor siempre es preparar la ensalada justamente antes de servirla, y si eso no es posible se recomienda agregar el aderezo solo cuando se vaya a consumir el alimento, para evitar que las verduras se ablanden. 

A la hora de guardarla en el refrigerador se debe utilizar recipientes herméticos de vidrio o de plástico, pues los metálicos oxidan algunas verduras. Es recomendable, además, colocar una hoja de papel absorbente en el fondo del recipiente para eliminar la humedad. El recipiente se debe alejar de la zona de frutas, pues estas liberan etileno y aceleran el madurado de las verduras.

La ensalada de verduras se puede conservar durante 2 o 3 días en el refrigerador, pero con ciertos trucos es posible que mantenga su frescura por todo este tiempo. Se debe evitar cortar la verdura de forma muy fina, y añadir unas gotitas de jugo de limón les ayuda a mantener el color y la frescura. 

Asimismo, al guardarlas en un recipiente se debe dejar espacio para que circule aire.