Perros: cuidados básicos del peludo de la familia

Citas con el veterinario

Tener un perro en casa es la mejor experiencia que una familia pueda tener. Es un gran compañero para los niños y personas mayores. Para quienes viven solos puede ser un amigo fiel que estará siempre esperando a que se regrese al hogar.

Para miles de personas y gracias al cambio de paradigmas en las leyes y maneras de percibir la realidad en lo que a mascotas respecta, un perro ya es miembro de la familia. Por lo tanto, como otro ser más del hogar requiere ciertos cuidados. Estos son los más importantes:

1.- Citas con el veterinario

Lo primero que hay que hacer al tener un perro sea cachorro o adulto es pasar primero por el veterinario. Esto es primordial y a veces no hay mucho tiempo. Sin embargo, en páginas web como Perrukings ofrecen servicios a domicilio con recogida y entrega para mayor comodidad y ahorro de tiempo.

El médico evaluará al animal y determinará su estado de salud. Si es un cachorro establecerá el plan de vacunas y si es adulto los refuerzos. Adicionalmente y dependiendo de la raza y la edad, serán necesarios servicios de peluquería, comida o dieta especial, juguetes o indicaciones precisas sobre cada caso en particular.

Mucha gente ve en los servicios de peluquería canina un toque de esnobismo y no hay nada más lejano de la realidad. Para las razas peludas es indispensable el corte de cabello cada cierto tiempo para evitar dermatitis, nudos que sean molestos para el animal y, sobre todo parásitos como pulgas o garrapatas.

Por otra parte, en estos establecimientos también le cortan las uñas a los perros, lo cual es imprescindible porque los perros viven en casas y pisos con suelos de azulejos o similares que no le permiten el limado natural de la tierra. Entonces, ambos servicios debe proveerlos el dueño del animal.

2.- Atención a los parásitos externos

Al igual que las vacunas anuales, los dueños deben considerar que los perros están propensos a los parásitos. Por lo tanto, medicamentos orales cada 4 o 6 meses son, asimismo, requeridos por el animal.

Sin embargo, al hablar de parásitos en perros hay que hacer una distinción: hay dos tipos. El primero corresponde a los internos que habitan en estómago y los intestinos. El segundo los externos como pulgas, piojos y garrapatas. Para estos últimos hay un collar antiparásitos Seresto que es muy eficaz pues contiene químicos medicamentosos como imidacloprid, flumetrina, dióxido de titanio y óxido de hierro negro que no solo aleja todo tipo de bichos, sino que cuida la piel del animal.

Otras soluciones son los spray y champús que permiten mantener los parásitos a raya. Es de vital importancia este tipo de productos sobre todo si se saca al perro a paseos por parques donde hay hierba, pues es allí donde anidan y se reproducen los parásitos externos y cada vez que cualquier perro se acerque al césped recogerá a las hembras que suelen desovar en la piel y pelos del animal.

Tanto los collares como las lociones tópicas y los champús contribuyen a la buena salud del animal.

3.- Medicación para los parásitos internos

No solo son las garrapatas, pulgas y piojos los que aquejan a los perros. Los parásitos internos son, igualmente, peligrosos para la salud del animal. Un spray antipulgas aplicado de acuerdo con las instrucciones del empaque y las indicaciones del veterinario mantiene la piel del animal sana.

Para los parásitos internos será necesario medicamentos orales que deben dárseles al perro tres o cuatro veces al año. Estos vienen en píldoras o jarabes de compasiones variadas y según el tipo de parásitos. Debe ser el veterinario quien fije qué producto y en qué dosis se deben suministrar.

Tanto el medicamento, como la dosis será estipulada de acuerdo a la raza, zona geográfica y edad del perro. Hay sitios en los que la predominancia de parásitos es mayor que en otros. Pero, ¿cómo saber si el perro tiene parásitos internos o externos? Algunos síntomas son: rascarse mucho, enrojecimiento de la piel, caída anómala del pelo, toser, vomitar, tener diarrea, estar aletargado o tener conductas inusuales.