El campo puede ser un medio muy variable en el que las inclemencias del tiempo, las malas hierbas, los pájaros o los insectos pueden dañar mucho los cultivos. Para intentar protegerlos lo mejor posible, una buena solución es utilizar productivos agrícolas específicos para este fin con los que, además, se puede llegar a notar una mejora del rendimiento.
Una de las grandes preocupaciones de todas aquellas personas que se dedican al mundo de la agricultura en mayor o menor escala, es que sus cultivos se encuentren a salvo de los incidentes no previstos. Ya sea por las inclemencias del tiempo como una nevada repentina o una inundación, pasando por la aparición de malas hierbas o de pájaros o insectos que pueden echar a perder la cosecha, son muchos los problemas que puede hacer que el cultivo sufra.
Para solucionar este problema tan grave, una de las mejores soluciones que se aconsejan es la de utilizar productos agrícolas específicos para protegerlos. Este sería el caso de instalar en el terreno mallas y plásticos para agricultura, por ejemplo, para notar una mejora en el rendimiento del cultivo y que esté mucho más protegido ante cualquier imprevisto que pueda ocurrir.
Productos agrícolas especializados en protección
Una de las opciones para proteger cultivos más demandadas por los agricultores actualmente, es la instalación de pequeños invernaderos con forma de túnel para mantener a raya todos los inconvenientes. Una medida muy eficaz y sencilla de utilizar, ideal para su uso en pequeñas parcelas de cultivos. Además, se pueden encontrar repuestos para el plástico del invernadero con gran facilidad, por lo que es una opción duradera que puede aguantar una gran cantidad de cosechas.
Otros productos muy demandado en este campo son las mallas térmicas. Están hechas a partir de un textil muy novedoso que permite evitar los daños por frío en el cultivo. Su uso es tan simple como extender la malla por encima de todo el cultivo o formando un arco, de manera que quede protegido. Es incluso capaz de soportar heladas de hasta -3 o -4ºC, por lo que es una buena opción a tener en cuenta durante la temporada invernal.
La eficacia del uso de mallas
Uno de los artículos más tradicionales en materia de protección son las mallas, que con el paso de los años han ido incorporando nuevas características muy interesantes y que han seguido haciendo de este producto uno de los más utilizados. Hay muchos tipos de mallas diferentes, en función de su utilidad, por lo que vamos a conocer algunas de las más demandadas por su eficacia. Existen, por ejemplo, mallas antihierba negra para impedir que crezca la maleza no deseada y que gracias a su fabricación en polipropileno, permite una protección también contra los rayos UV. Además, tiene una duración aproximada de cinco años, una buena cifra para tener los cultivos protegidos durante unas cuantas temporadas.
Otro tipo de mallas que merece la pena conocer son las que cumplen la doble función de proteger frente a los pájaros y contra el granizo. Un producto, que al igual que la malla anterior, está fabricada en polietileno de alta densidad, para que estabilice los rayos UV. Además, está compuesta de filamentos que se encuentran tejidos y que hace muy difícil que se puede llegar a deshilachar. Por último, no podemos dejar de mencionar las mallas de ocultación, las de sombreo, las de cercados de aves o las que cumplen una función de antifugas. Como hemos mencionado anteriormente, existen muchos tipos de mallas distintas y cada una para una función específica.
Los productos agrícolas especializados en este sector son la mejor solución para combatir los imprevistos que puedan ocasionar daño en los cultivos. Hacerse con cualquiera de estos artículos supondrá una alivio para su propietario, que verá con alivio como están más resguardados de la intemperie, las inclemencias climáticas, los pájaros o los insectos.