Los cactus son plantas tanto amadas como odiadas. Para sus seguidores, además de su innegable belleza, los cactus tienen la ventaja de que no requieren de mucho compromiso para su cuidado. Esto no es del todo cierto, porque los cactus, eso sí, no son exigentes, lo que no quiere decir que no necesiten cuidados constantes y específicos.
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- ¿De dónde vienen los cactus?
Su entorno natural es el continente americano. Los cactus son principalmente suculentas de tallo, es decir, plantas que acumulan agua en un brote engrosado en forma de hojas. Se caracterizan por tener un sistema radicular poco profundo, sus hojas han evolucionado hasta convertirse en espinas, gracias a lo cual no necesitan mucha agua para existir.
En los cactus jóvenes, además, se pueden observar espinas cubiertas de pelos absorbentes, que les permiten obtener agua del rocío. La estructura de los cactus y la adaptación a la vida en condiciones extremadamente difíciles les permite crecer en el ambiente más desfavorable y difícil, por ejemplo en Perú y Chile, donde en algunas áreas llueve una vez cada 10 años.
- Cactus en la naturaleza
El hábitat natural de los cactus son los lugares donde llueve muy raramente o nunca llueve. El suelo sobre el que crecen suele ser rocoso y estéril, y el sol brilla con su resplandor más brillante. El día puede ser inusualmente caluroso y la noche helada. Y fue a tales condiciones que los cactus tuvieron que adaptarse.
En primer lugar, han aprendido a almacenar agua preciosa, y la reserva de agua es su tallo o sus hojas. Estas plantas crecen en varias partes remotas del mundo, principalmente en los desiertos de América del Norte y del Sur. Pero también se pueden encontrar en Sudáfrica y Asia.
- Cultivando cactus en casa
Los cactus cuidadosamente seleccionados y debidamente cuidados agregarán belleza a cualquier apartamento. Se ven geniales en casa. Sin embargo, también en el hogar, se deben crear condiciones que sean lo más cercanas a lo natural posible. En primer lugar, necesitan mucho sol, nunca florecerán a la sombra, no adquirirán colores tan intensos y sus espinas se mantendrán cortas. Tampoco obtendrán inmunidad contra diversas enfermedades o plagas.
Además del sol, para los cactus será clave la correcta composición del sustrato sobre el que tendrán que crecer. El suelo debe tener una acidez claramente equilibrada, y no debe ser ni demasiado ácido ni demasiado alcalino. La mayoría de los cactus crecerán perfectamente en suelos ligeramente ácidos – pH6. También debe ser permeable y poco compacto, se recomienda una mezcla de turba y arena.
- Plantar cactus en casa
Los cactus se sienten mejor en macetas de hojalata o de plástico. No deben ser macetas de barro o de madera debido a que en su interior la tierra se seca demasiado rápido y debilita las plantas. El tamaño de las macetas debe adaptarse a las futuras raíces para que encajen cómodamente en ella.
Idealmente, cada contenedor debe tener un orificio de drenaje en el fondo, puede colocar una cáscara de una maceta previamente rota en el orificio. Se supone que estos remedios caseros proporcionan las condiciones adecuadas para que el agua se escurra, ya que a las raíces de esta planta no les gusta el exceso de agua.
- Riego
Contrariamente a la creencia popular, el ingrediente más difícil en el cuidado de los cactus caseros es regarlos. Como regla general, regamos los cactus con mucha moderación y, además, la abundancia de agua regula la estación y la humedad del aire en el lugar donde se encuentra la maceta. Los cactus absorben agua no solo a través del sistema de raíces, sino también gracias a los finos pelos absorbentes ubicados en las espinas.
Los cactus nunca deben regarse directamente, no vierta agua en la parte del suelo. Siempre echamos agua en el soporte debajo de la maceta, y solo cuando la tierra está completamente seca. Después de que haya transcurrido una hora, se debe desechar cualquier agua en el stand, si queda alguna.
Los cactus se riegan desde mayo hasta finales de septiembre, mientras que durante el invierno la planta hiberna y luego ya no necesita agua. Es mejor cuando en invierno la temperatura del ambiente en el que crecen los cactus fluctúa alrededor de 10-15 ° C.
Después del invierno, a partir de marzo, los cactus deben rociarse suavemente con agua por las noches, pero lo suficientemente suave como para que el agua simule el rocío natural que se produce en los lugares donde la planta vive en la naturaleza. De esta manera los estimulará suavemente para que sigan creciendo.
- Fertilización
Fertiliza los cactus con mucha moderación, preferiblemente una vez cada 3 años. Si es necesario, debe hacerse en el período de junio a septiembre y con fertilizantes destinados a suculentas. Si los cactus se trasplantan con bastante frecuencia, cada 2-3 años, no deben fertilizarse. Por otra parte, un exceso de abono puede provocar la deformación de los brotes y la caída de las espinas.