No hay duda de que quien siembra busca cosechar, pero el proceso de los cultivos muchas veces se acompaña de tropiezos. Estos pueden ser solventados si los agricultores se apoyan en elementos como los bioestimuladores agrícolas para aumentar las posibilidades de tener resultados más productivos.
El uso de bioestimulantes agrícolas es más que una tendencia en las labores de cultivo; sus tipos variados, grandes beneficios y muchas ventajas hacen que su aplicación sea cada vez más común, convirtiéndose en el impulso que las cosechas necesitan para mejorar su calidad.
Bioestimulantes agrícolas, sustancias que mejoran los cultivos
Los bioestimulantes son sustancias de composición biológica ricas en microorganismos, se aplican a los cultivos para incentivar la absorción y asimilación de nutrientes, mejorando las características agronómicas de los suelos y controlando el desgaste abiótico de estos.
Estas sustancias también mejoran la calidad de las cosechas, a la par de solventar problemas fisiológicos agrícolas frecuentes, que entorpecen el desarrollo de los cultivos como la escasa humedad de los suelos o su incapacidad para retener el agua, la falta de luz natural, las variaciones de temperatura desde las más sencillas hasta las más bruscas, los pocos nutrientes o calidad baja de los mismos.
Seguridad, la base de su aceptación
La acción de los bioestimulantes es segura, va directamente al suelo y a las plantas mejorando el crecimiento, la productividad y la calidad de las cosechas, haciéndolas más saludables para el consumo alimenticio.
Al tratarse de sustancias y microorganismos de origen y composición natural, su estructura es absolutamente segura para las cosechas, lo que hace que su aceptación en el sector agrícola sea amplia.
5 razones que han ampliado el uso de los bioestimulantes para las cosechas
Las propiedades de los bioestimulantes para los cultivos otorgan a estos grandes beneficios. Estas son las 5 razones por las que los agricultores de distintos niveles los usan ampliamente:
- Favorecen al crecimiento seguro de las plantas, ayudándoles a alcanzar su altura más rápido y acelerando el tiempo que demoran en lograr cada una de sus etapas de desarrollo, sin alterar las características genéticas de los cultivos ni de las cosechas.
- Aportan gran cantidad de nutrientes a los cultivos, llenándolos de los elementos que necesitan para cada una de sus fases de crecimiento y productividad, aumentando el rendimiento agrícola de estos.
- Facilitan la absorción y retención del agua, aumentando su tolerancia a la sequía y a la salinidad, ya sea que se den como condiciones propias de los suelos o al ocurrir alteraciones en ellos como los cambios estacionales o desastres naturales.
- Desaceleran la degradación de los suelos y la pérdida de sus nutrientes, brindando al sistema de cultivos cualidades sostenibles y amigables con el ambiente, gracias a que contribuyen a su regeneración y reconversión; sin producir acción residual en el suelo o las plantas
- Colaboran a equilibrar funcionamiento ecológico de los ecosistemas y su productividad, llevando a balancear sus componentes bióticos y abióticos
Los bioestimulantes agrícolas en sus distintas presentaciones son una opción segura y efectiva para impulsar las cosechas.